Tengo los tallos dolidos
y el tronco un tanto escocido
tanta agua malsana he bebido
aún en tiempo secano de estío
Los pájaros vuelan de paso
ya no duermen ni hacen su nido
muy pronto estaré en el olvido
lo mismo que el pueblo, los campos y el trigo
Las hojas se caen por su peso
las rocas desgranan su piel
el fango se extiende en un manto
ya nada se prende de él
Aciago destino me espera
tan cierto que da escalofrío
¿quién inundó la meseta
si aquí nunca llegó el río?
Mi sombra se alarga al atardecer
y a mis ramas las tiñe el rocío
que calvario morir de este frío
tengo miedo de no amanecer
Benditos los campos de olivos
dondequiera que puedan nacer
que aquí se acaba mi sino
sin aire, no puedo crecer
... lo mismo perecen los hombres
privando, venciendo, explotando
hundidos los pies en el fango
sus raíces se ahogan con él
Precioso poema!!
ResponderEliminarCautivador y estremecedor a la vez!